La autoevaluación y el desarrollo del juicio crítico.

 La autoevaluación es un proceso descrito en el Manual de Convivencia escolar como parte del proceso evaluativo del estudiante. En el título VI, artículo 50, parágrafo 4 del Manual de Convivencia escolar se señalan los parámetros a tener en cuenta en el proceso de evaluación de los estudiantes, puntualmente en el proceso de coevaluación y autoevaluación. En dicho proceso, se pretende que el estudiante de una valoración cuantitativa y cualitativa a su desempeño en el desarrollo de la asignatura, a partir de una serie de criterios entregados por el docente. 

Pero más allá de otorgarle al estudiante una valoración cuantitativa según su criterio respecto a su proceso de aprendizaje, es importante que dicho ejercicio sea tomado como una oportunidad pedagógica de aprendizaje. Por lo que, para la asignatura de Lengua Castellana es vital que el estudiante sea capaz de alejarse por un momento del cálculo de la nota que conviene para ser aprobado, y realmente tome la autoevaluación como la practica de un ejercicio reflexivo que le permita identificar las dificultades, los obstaculos y los avances en su proceso. Así mismo, le permita establecer un compromiso o meta para potenciar sus habilidades y competencias para el siguiente período académico. 


Tal como se evidencia en la imagen, capturada del tablero, se le indica al estudiante que debe establecer su valoración de autoevaluación a partir de cinco criterios o item de calificación, entre los que deberá valorar si cumple con dicho criterio, si por el contrario no lo hace o si lo hace pero solo en algunas ocasiones. Los criterios refieren a la participación como componente esencial para el desarrollo de la clase y de las habilidades en oralidad, el cumplimiento con las asignaciones de clase sean para la casa o para desarrollar dentro de la sesión de clase, la asistencia puntual a las sesiones que permite el adecuado proceso de seguimiento al avance del aprendizaje, la valoración del trabajo individual en clase pero también al trabajo grupal necesario en la construcción del ejercicio pedagógico y finalmente, el respeto por los acuerdos establecidos para la clase que permiten la coherencia con el manual de convivencia y el buen desarrollo de las clases. 

Este ejercicio realizado de esta manera, ha significado un impacto importante en los estudiantes quienes al inicio no comprendían la razón del ejercicio. Sin embargo, cuando se realiza la retroalimentación de manera individual con cada estudiante, se hace un análisis de las percepciones del estudiante y de la docente sobre el proceso, se revisan las evidencias y se configura un acuerdo sobre la valoración prefigurando alternativas de mejora para el siguiente período. Por lo que, es un proceso de reconocimiento auténtico de las competencias y habilidades desarrolladas en la clase y un ejercicio de acercamiento entre los actores de la clase.